El gas, como es harto conocido, es un combustible muy inflamable y volátil que tienen un potencial detonante muy peligroso, por lo tanto, su uso doméstico deber ser regulado y medido para evitar accidentes perniciosos e irremediables. En ese sentido, las calderas de gas representan agentes potencialmente peligrosos, por lo que debemos tomar algunas medidas preventivas necesarias para su correcto uso, tal como te lo explicamos a continuación.
Para todas las personas, la seguridad en nuestro hogar es vital para nuestro bienestar y confort. Por lo tanto, todas las compañías que fabrican elementos de uso doméstico, se aseguran de incluir sistemas de seguridad de última tecnología para garantizarle al cliente la máxima seguridad en el producto. De igual forma sucede con las calderas de gas, pero en este caso en particular, si no tomamos las precauciones necesarias y las medidas preventivas estipuladas por el fabricante, las calderas pueden funcionar deficientemente y hasta ocasionar accidentes graves. En consecuencia, se hace necesario seguir algunas recomendaciones, que te expondremos a continuación, para alargar la vida útil de tus calderas de gas y mantenerlas en funcionamiento óptimo en todo momento.
5 recomendaciones para hacer un buen uso de tu caldera de gas
- Deja que los profesionales se encarguen de la instalación: como se mencionó en el párrafo introductorio, el gas es un agente muy peligroso, por lo que cualquiera imperfección en la instalación de la caldera de gas podría ocasionar problemas serios. Es por ello que es mejor contratar a profesionales con dilata experiencia que te indiquen cuál caldera de gas se adapta mejor a tu espacio y luego te la instalen con toda la seguridad necesaria. Nunca olvides que la seguridad es lo primero.
- Regula la intensidad y color de la llama: siempre mantén la intensidad de la llama en un nivel moderado que produzca la cantidad de calor necesaria. Asimismo, asegúrate de que la llama sea de color azul (distintivo color de la combustión del gas natural) pues es ese el color normal de una caldera que funcione a gas. Si el color de la llama comienza a cambiar, es muy probable que exista un problema de fuga o similar. Por lo general, el color cambia a amarillo o anaranjado, y debes contactar inmediatamente a los técnicos para que solucionen el problema.
- Verifica la ventilación: las calderas de gas tienen una emisión de vapores residuales, generados en la combustión, relativamente alta, por eso deben ser situadas en lugares cerca de alguna ventana para la óptima remoción de dichos vapores nocivos para los humanos. Si percibes olfativamente la acumulación de dichos vapores o de humos, entonces abre la ventana y llama a los expertos, porque puede deberse a un grave problema de fuga o a una mala ventilación.
- Limpieza periódica: la seguridad y eficiencia de una caldera de gas depende en gran parte de qué tan limpia se encuentre. Una caldera de gas obstruida por la suciedad producida por grasas y pelusas, es una caldera susceptible a averiarse y con una deficiencia muy alta. En resumen, una limpieza una vez al mes a tu caldera de gas no le caería nada mal para mantenerse en funcionamiento óptimo.
- Si no estás en casa, apaga la caldera: mientras no estás pueden pasar muchas cosas con tu caldera que no vas a poder controlar y, por lo tanto, es muy probable que suceda un accidente que pudo ser evitado. Así que, no te arriesgues y apaga tu caldera de gas al salir de la casa.
Siguiendo estos cinco consejos notarás a largo plazo los múltiples beneficios que traen en el desempeño de tu caldera de gas. No olvides llamar a los profesionales para la instalación de la caldera o para solventar cualquier avería o anomalía.