Sin duda alguna, los radiadores son los elementos, de los sistemas de calefacción, más importantes en la distribución doméstica de calor. Por consiguiente, en este artículo te diremos cómo usarlos de manera más eficaz para mejorar su eficiencia y reducir el costo de la factura final.
Recomendaciones para optimizar un radiador
Potencia requerida
Previo a la adquisición de un radiador, primero debes evaluar qué tanto calor quieres que transmita de acuerdo al espacio de tu hogar que deseas climatizar, en función de no utilizar más energía de la requerida para lograr el bienestar térmico que requieres en invierno.
Localización de los radiadores
Es importante que ubiques tus radiadores en la pared más fría de la habitación que deseas calentar, para impedir, de esa forma, el paso de las corrientes de frías y eliminar al mismo tiempo las sensaciones gélidas que produce esa zona. Por lo general, puedes ubicar tus radiadores óptimamente debajo de una ventana.
Elige el tamaño de acuerdo a su ubicación
Recuerda que el aire caliente tiende a subir y el aire frío tiende a bajar, así que elige una buena relación entre tamaño del radiador y su ubicación para calentar de forma homogénea tu hogar sin tener muchas pérdidas de calor.
No obstruyas la transmisión de calor
Es quizás la recomendación más obvia, pero que aún mucha gente no sigue. Nunca debes utilizar cubre radiadores o interponerles muebles o cortinas, ya que de esa manera cortarás el paso de calor, por lo que la factura te saldrá más cara y la emisión de calor será muy deficiente.
Si estás próximo a adquirir una nueva caldera, te exhortamos a comprar calderas de condensación, pues si bien la inversión inicial será muy costosa, los beneficios a largo plazo te recompensarán. Dichas calderas consumen poca energía, son altamente eficientes y te permiten ahorrar un montón en la factura final. Contacta con los expertos para más información al respecto.